Veinte Años de Caza Mayor

El autor de este libro no es un escritor profesional, no es tampoco un mero practicón de la caza. Le viene de casta el ser cazador. A los dieciocho años, en que mata su primera pieza de caza mayor, se le impone una afición que no ha de limitarse con los años al ansia inmoderada de cobrar piezas, sino que se va depurando en él hasta el punto de hacerse este afán secundario. Practica la caza mayor en sus más amplios y variados aspectos, interesándose cada vez más por todos los elementos que la constituyen, aunque, naturalmente, obtenga la preferencia el conocimiento y perfeccionamiento paulatino del arma rayada y su manejo.